sábado, 21 de marzo de 2009

La Habana

lunes, 16 de febrero de 2009

La Guerra Civil en Tuy ( I I parte)

A mi abuelo,

el Dr.Ulpiano B. Piña


que se vio obligado a morir en el destierro


Un recuerdo .... en La Habana



Por Alberto Estévez Piña


La ciudad de Tuy, coronada por la Catedral fortaleza

Cuando llegué por vez primera a La Habana, sentí una fuerza emocional por todo mi cuerpo. Sí; se abrían en este mismo momento reminiscencias de mis tiempos de infancia y juventud. El recuerdo de la época de los primeros años de emigrante de mi abuelo en Cuba, con esas anécdotas contadas una y otra vez, por su hija, mi madre, de los tiempos vividos por un niño gallego, que se abría camino lejos se su humilde casa, de su aldea, de su tierra... Su viaje en tercera clase a Cuba, sus primeros días de existencia en la Isla y sus añoranzas, su morriña y soledad, recompensado por sus anhelos y esperanzas. La humilde ocupación inicial de recadero de farmacia, su ascenso en el trabajo, sus estudios en el Instituto y después en la Universidad de La Habana, distinguido por honrosas calificaciones; alternando él trabajo con el estudio, siempre puntual y constante. Su primera farmacia en Cuba, en La Habana, Murralla número 11, sus farmacias en Baracoa y Guantánamo y sus siempre edificantes trabajos de médico por por difíciles y agrestes caminos en Oriente, San Antonio del Sur...Quedé un instante pensativo, absorto, en los recuerdos...Nuevamente retornó a mi mente la memoria de tiempos pasados, el recuerdo de la totalidad de la familia, que ya no existía... Al mismo tiempo que numerosas bandas de gaviotas ascendían en el cielo azul intenso y, una cierta brisa húmeda mezclada de calor, se hacía sentir plenamente.

Una vez más, volvió a mi recuerdo su vida de traba y sacrificio por la educación de la infancia cubana, para la que fundó escuelas y pagó maestros en el Sur de La Isla, su regreso a Galicia, como premio al extraordinario éxito de su hija Lolita, en el teatro de Santiago de Cuba, interpretando "España Mía". Su revalida de farmacia y doctorado en Madrid y la apertura de farmacia y laboratorio farmacéutico en Tuy, mi ciudad, la " ciudad de las Urracas"...Su regreso a Cuba en el año treinta y seis, perdiendolo todo, menos lo más importante, la vida, la que perdieron en una fría y triste mañana sus amigos y compañeros, en la alameda tudense, mirador perpetuo de es río, colmado de tristezas, de sentimientos... Pensé también en los años que siguieron en Cuba, con su familia; los trabajos de todos ellos en favor de la igualdad y libertad. La revolución de Castro y su triunfo; la pérdida de sus propiedades y la de todos los cubanos; la marcha para tierras del "Norte" de parte de sus hijos... Su muerte y su entierro en el hermoso cementerio de Colón, descansando su cuerpo en el panteón de los farmacéuticos ilustres de Cuba.

Conocer los lugares donde vivió mi familia era algo que deseaba profundamente, y que tenía para mi, todo un sentimiento mezclado de alegría y tristeza, de acercamiento y distancia, de opresión e independencia... Sólo la "Giraldilla", atenta siempre a todas las melancolías y gozas de la historia de La Habana, siempre coronando vigilante la torre del homenaje del Castillo de la Fuerza, puede saber de historias jubilosas y sentimentales, de aproximación y lejanía, de tiranía y libertad; anhelos de tantos hombres que vivieron y dieron lo mejor de sus vidas en esta hermosa tierra de palmeras, de música, de danza, de literatura y de todas las artes; dejando a cambio, como justa recompensa, todo cuanto les había sido posible, incluso lo más importante: sus vidas.


REHABILITACION DE LAS VICTIMAS Y REPRESARIADOS


Por decisión del Gobierno se ha encargado a una comisión interministerial hacer un estudio de la actual situación de todas las víctimas de la Guerra Civil y, de manera especial de la represión franquista, con el justo objetivo de alcanzar su rehabilitación moral, juridica y económica, de los robos y saqueos de propiedaes de muchos hombres que dieron todo, que perdieron todo, incluso sus propias vidas, en defensa del gobierno legitimo de España. Son inteniones, evidentemente razonadas y expresadas con motivo del homenaje oficial a Lluís Companys, presidente de la Generalitat, fusilado en Barcelona, hace ahora 66 años.

En esta pequeña memoria, que desea reivindicar el recuerdo y hacer justicia de los infortunios sufridos por muchos españoles que se vieron obligados en vivir en el destierro y, de manera especial el recuerdo para cerca de quinientos "paseados" y fusilados en Tuy, mártires por la libertad, quienes dieron su vida por la República; entre los que están catorce Carabineros y cinco marinos de la lancha "Cabo Fradera" los que habían hecho piña con el Comité Cívico y de manera evidente con los obreros de la CNT, hombres buenos y militares patriotas que no traicionaron al gobierno legal que habían jurado servir, así como otros muchos ciudadanos, trabajadores, profesionales e intelectuales que merecen tener un puesto en la memoria de la sociedad actual. Sí; es un trágico fragmento del pasado, que necesita explicación, para poder reflexionar sobre su trascendencia. Es justo, es necesario recuperar la voz de los vencidos de la Guerra Civil Española. Evidentemente, todavía hoy, la memoria pública difiere ampliamente de las conclusiones a los que nos conducen los trabajos históricos y la memoria individual silenciada por el parentesco, el miedo, por la prudencia, en esos largos años de dictadura, con un régimen que trabajó exclusivamente, en demonizar primero y, por infinidad de medios, conseguir hacer desaparecer la memoria democrática, consolidando así, una nueva y falsa memoria ciudadana, en claro favor de los intereses de la misma dictadura. Ahora la sociedad reclama conocer la magnitud de la represión, para que conozcamos los perjuicios, los sufrimientos de todas las víctimas. Es un deber ineludible de justia histórica.



Por todo lo que antecede, los HEREDEROS legítimos del Dr. Ulpiano B. Piña, manifestamos nuestro derecho y obligación de reivindicar el honor de nuestro padre y abuelo, haciendo RESPONSABLE al Estado Español, de los increibles abusos cometidos por la Dictadura del General Franco contra nuestros intereses y propiedades; así como de los morales imposibles de recompensa.


El doctor Piña, había regresa a España, procedente de Cuba, donde había trabajado desde muy niño, acompasando el trabajo con los estudios, graduándose en la Universidad de La Habana y doctorándose con altas calificaciones. En la Isla de Cuba, el Dr.Piña, fue propietario de distintas farmacias, la primer a en la Habana, en la calle Muralla nº 11 y otra en Baracoa. El gran cariño a su tierra de Galicia, le hizo retornar a Tuy, y en el año ya referido, siendo aún relativamente joven, decide por consejos de sus amigos, los doctores Darío Álvarez Limeses y Alejo Diz Jurado, establecerse con una farmacia y laboratorio en Tuy; para lo que le fue necesario revalidar el titulo de farmacia en la Universidad de Madrid; quizás sea esta, una de las pocas reválidas del título farmacéutico realizadas en España en aquella época. Conseguido el Licenciado, adquiere la sumamente difícil titularidad de una nueva farmacia en Tuy, siendo con esta moderno laboratorio y farmacia un paso importante del progreso de la ciudad fronteriza; hechos y "quebrantamientos" que hicieron pagar con sus vidas, a sus amigos y compañeros Álvarez Limeses y Diz Jurado; ambos personas de gran humanidad y prestigiosos médicos. En este punto, es obligado señalar, que la referida apertura del establecimiento farmacéutico en un bajo de trescientos cuarenta metros cuadrados, propiedad del importante industrial don Serafín Fernández, fue el "delito suficiente" apara "merecer un castigo ejemplar"; el señor Fernández y su hijo Julio, un joven de 24 años, que fue castigado de manera increible: abrazado a su padre perdieron sus vidas, por el fusilamiento sumarísimo de un pelotón Militar.

El pequeño relato, con que se abre este escrito, sobre los sufrimientos de muchos hombre, honrados y buenos, machacados por la brutal fuerza de la calumnia, la falsedad y el odio de aquella guerra infernal, es un expediente henchido de cientos de papeles y más papeles, con acusaciones falsas, desde el principio al fin, que tiene que ser estudiada para darla a conocer, recobrando el recuerdo contra el olvido y, sobre todo, la conciencia democrática.


El conocimiento, cómo se había dicho, del doctor Hermenegildo Losada, del peligro que corrian con la entrada de las fuerzas sublevadas, le hizo tener la buena idea de dar orden al centro de la telefónica de Tuy, que si recibian alguna llamada exterior, se le pasara exclusivamente a él, al despacho de la alcaldía. Efectivamente, la llamada se realizó, hablándole y ordenándole... Pues hay que señalar, que el doctor Losada, presidente del Frente Popular, se hizo pasar en aquel preciso momento, por el capitán de carabineros, don Marcelino Rodríguez Blanco; la llamada le ordenaba, que tomase presos a todos los significados de izquierda, sin distinción, fuesen rojos o no; si eran muchos, que los despachara, que en todo caso, esto era lo más aconsejable. El doctor Losada, le preguntó de quién venía la orden y quién era el que hablaba "le habla un caballero del ejército español" . Tal fue la respuesta. "Y, por más que le insistí", me contaba el doctor Losada, "no logré que se identificara". Ni que decir tiene, que esta llamada militar por teléfono, facilitó conocer algo que nadie podia intuir, ni soñar : el peligrar sus vidas.


Con el conocimiento de las intenciones furiosas del ejército rebelde, el doctor Losada, habló de todas las intenciones que se había enterado aquel día, poniendo la peligrosa noticia, en conocimiento de sus compañeros y amigos del eminente riesgo que les amenazaba. Muy pocos creyeron en aquellas amenazas de muerte y, algunos ni siquiera, en el riesgo de unas horas de falta de libertad. La preocupación del doctor Losada y su buen amigo, el farmacéutico Piña, de esperar los acontecimientos escondidos en la residencia de los franciscanos portugueses, les posibilitó conocer la certeza de lo anunciado: las tristes muertes de sus compañeros asesinados en el monte Aloya; sosteniendo y agitando pañuelos y paños blancos... atendidos y contestados con ráfagas de ametralladoras.



Los doctores Losada y Piña, cruzan Portugal

Los doctores, Losada y Piña, consiguen huir juntos, siendo partícipes de una historia que merece conocerse, contarse ampliamente. Sus primeras horas escondidos en distintos lugares en Tuy, en la residencia de los franciscanos y, cómo fue el caso de la ayuda del Ferruxo, en su casa de Ribadelouro, quién les facilitó una mula y acompañantes, para conseguir salvarse de la tragedia y desenlace funesto...Sus primeros días escondidos por distintos pueblos de Galicia, sufriendo la amargura de la desesperación y el miedo de la muerte, consiguen cruzar en Orense el Río Miño, alcanzando así Portugal; un país donde el peligro sería exactamente el mismo, amenazados siempre por la PIDE de Oliveira Salazar, haciendo con alborozo las entregas de los republicanos prisioneros a las autoridades de los sublevados; muchas veces ellos mismos cumplían el trabajo, haciendo uso de sus armas, de sus municiones; lo que jamás habían hecho en sus contiendas y luchas políticas en Portugal. El viaje de huida cruzando tierras portuguesas fue evidentemente peligroso y de alto costo económico... Los dos huidos alcanzaron la capital de Lisboa, donde el farmacéutico Ulpiano B. Piña, tenía su tio que, para él, era más que hermano, Luís Piña, un rico comerciante, hijo de emigrantes gallegos de Valeije en Lisboa desde 1850. El tio-hermano del farmacéutico, Luis Piña y su primo Jaime Piña, les facilitaron todo el dinero necesario para poder embarcar con destino a Francia. El médico Losada, de nuevo regresó a España, para luchar por la causa republicana. Finalizada la contienda, se refugió en Méjico, donde vivió largos años ejerciendo su profesión. Se casó poco tiempo después en Méjico, con la doctora María Victoria de la Cruz, quién fue importante investigadora en embriología. Fundó el Laboratorio de Embriología Experimental Cardio Vascular del Instituto Nacional de Méjico, profesora de la Universidad Autónama de la misma capital, fundadora del Laboratorio de Embriología Experimental Cardio-Vascular del Hospital Ramón y Cajal de Madrid; Doctor en Honoris Causa de la Universidad Autónama de Barcelona-Bella Terra, primera mujer que recibió este honor.





La policía franquista en Lisboa


Retornando a lo que iba, la policía franquista, envió un grupo de policías a Lisboa, a las ordenes del comisario señor Varela, quién más tarde, sería nombrado agregado a la Embajada de España en Lisboa, siendo Embajador, el hermano del General Franco. Hay que decir, que la importante misión, no dio el resultado deseado y la detención "de tan peligroso sujetos" les fue imposible de cumplir, Mientras la autoridad militar en Tuy, en repetidas ocasiones; mejor dicho, casi todos los días, obligaba a presentarse al cuartel a la esposa del farmacéutico, doña Carmen Castiñeira, así como a su hija, mi madre, doña Lolita Piña y Piña, intentando con todo tipo de amenazas, que confesasen en que lugar se encontraban , donde se escondían los fugitivos. Las respuestas, naturalmente, siempre eran las mismas: "Que no lo sabían". Y una vez, su hija llorando, les dijo: " Y, si lo supiese, tampoco se lo diría".

Mientras todo esto sucedía, la farmacia y laboratorio eran robados y saqueados totalmente por las fuerzas "liberadoras," pero, antes que llegasen las fuerzas militares, los instrumentos del laboratorio, así como una valiosa colección de tarros de farmacia del siglo XVIII, adquirida por el doctor Piña, a la familia del doctor Amoedo, propietario de una antigua farmacia, habían desaparecido, en compañía de un surtido inmenso de perfumería francesa y, sobre todo, de lo que más le interesó a la camaradería falangista.


Robo y abuso

El robo y el abuso, se hacen aún mayores, al hacerse los militares y las fuerzas de la falange dueños de las propiedades del farmacéutico, doctor Piña. En su vivienda, que era en el primer piso de la farmacia, donde vivía con su familia, su esposa y sus dos hijos Isidro y Lidia; quienes obligados a salir de su casa tiene que refugiarse en la aldea de Valeije, en casa de la madre del farmacéutico. Al quedar la casa de Tuy sin habitar, por un pequeño espacio de días, pero, naturalmente con todos los mueble y utensilios necesarios, de una residencia de persona pudiente; se instala, tomando posesión de la vivienda la Capitanía Militar y, en los locales de la farmacia y laboratorio, se monta el Auxilio Social, permaneciendo en este lugar, cerca de cuarenta años y, luciendo una gran entrada de mármol, que en el suelo decía : "FARMACIA PIÑA".


También hay que decir, aunque esto parezca mentira, que las dos propiedades, que tenía en Tuy, su primera esposa, mi abuela, en una se instaló a vivir el jefe de la Falange y, en otra, el jefe del Auxilio Social, quienes más tarde, comenzaron a ser inquilinos por la cantidad mensual de cuarenta pesetas.


Pleito contra el Estado por un piano

Por otra parte, merece no olvidarse, de un embargo singular. Me refiero a un piano, propiedad de la hija mayor, mi madre, ya casada y, viviendo en otra residencia distinta. El piano le fue requisado por el Estado, instalándolo al pié del escenario del Teatro Princípal de Tuy. El piano había sido siempre propiedad de mi madre, su hija mayor, Lolita Piña y, que precisamente en la fecha del alzamiento franquista, se encontraba de viaje de novios; razones que hizo valer, en un pleito sostenido contra el Estado, que con toda certeza, sería de los pocos fallados en favor de los "perdedores". El piano se recobró en una condiciones lastimosas, resultando un mal pleito, por haber tenido que pagar una cantidad superior al valor recuperado; pero, aún así, el día que retornó el piano, recuerdo, una buena fiesta en casa.


Quinientas mil pesetas de sanción por responsabilidades políticas

(450.000 pesetas costó el Pazo de Meirás, años después)
No puede quedar en olvido, que todas las propiedades fueron embargadas por el Gobierno de Franco en Burgos, imponiendo la mayor sanción económica conocida en esta época en España: QUINIENTAS MIL PESETAS, que fue PAGADA, según se acredita, por la documentación que hago público, de la ANOTACIÓN DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD, que dice: "En las diligencias sobre embargo de bienes seguidos en el Juzgado de Primera Instancia de Tuy, instancia de la COMANDANCIA MILITAR de esta plaza, cumpliendo órdenes del Excelentísimo Señor General Jefe de la Octava División, se ordenó el embargo de esta finca, para responder de QUINIENTAS MIL PESETA. En su virtud anoto preventivamente el embargo de esta finca a FAVOR del ESTADO ESPAÑOL. Tuy 18 de Febrero de 1937 ( Documento nº 1 Certificación del Registro de la Propiedad de Tuy, página 5).

Con fecha 20 de Noviembre de 1941, dice la Certificación del Registro de la Propiedad: "CANCELADA TOTALMENTE, por HABER SATISFECHO don Ulpiano B.Piña, viudo mayor de edad y farmacéutico, la sanción económica que como responsabilidades políticas le fue impuesta y ordenarse así en providencia dictada el 29 de Julio último por el accidental Juez Civil Especial de RESPONSABILIDADES POLITICAS de la Coruña (Documento nº 1, Certificación del Registro de la Propiedad de Tuy, página6).

La más alta sanción económica, impuesta por Franco

El pago de la elevada cantidad, la más alta sanción de Responsabilidades Políticas impuesta en España por Franco, se realizó en La Coruña, en nombre del farmacéutico desterrado Ulpiano B.Piña, por su tio-hermano Luis Piña y su primo Jaime Piña, quienes también habían sido, como quedó dicho, las personas que habían ayudado a ocultarlos en Lisboa y a proporcionarles el dinero para lograr salvar sus vidas

En el BOLETIN OFICIAL de la Provincia de Pontevedra, con fecha 14 de Mayo de 1941, por orden de la Autoridad de la CAPITANIA MILITAR de La Coruña, se ordena la inserción del siguiente mandamiento: "Se hace saber que HABIENDO SIDO SATISFECHA TOTALMENTE la sación económica impuesta a don Ulpiano B.Piña, de unos 47 años, casado, farmacético, vecino que fue de Tuy (Pontevedra), actualmente en ignorado paradero por la sentencia núm125/941 dictada por este tribunal en el expediente número 168 de 1940, seguido por el juzgado Instructor de Pontevedra, dicho encartado HA RECOBRADO LA LIBRE DISPOSICION DE SUS BIENES. La Coruñaa 8 de Mayo de 1941.- El Secretario, Vicente Santiago.- El Presidente, Martínez Nieto( Documentos Núm 2 y 3 Boletín Oficial de Pontevedra)
















A los dos días de la entrada triunfal del Ejercito rebelde en Tuy, la Capitanía Militar requisa una maquina de escribir, propiedad del farmacéutico doctor Piña, haciéndose en este caso, algo en este momento, muy poco habitual, expedir un certifícado de haberla requisado, que naturalmente, nunca serviría para recuperarla ( Documento nº4)


Retornando al EMBARGO de un Piano, seguido expediente para declarar las responsabilidades políticas del farmacéutico don Ulpiano B. Piña, se embargó a resultas del mismo, un piano vertical marca "Chassaine Freres", interponiendo la correspondiente tercería, por la auténtica dueña del piano, que era su hija, doña Pastora Piña y Piña, en una sentencia favorable a la demanda, con fecha 17 de Septiembre de 1941. (Documentos 3,5,8 y 13)





La farmacia-Droguería y almacenes, habían sido ubicados, en una zona céntrica de la ciudad de Tuy, con unos bajos de buenas dimensiones, de unos 470 m2, por lo que se había realizado una importante inversión de capital; perdida en este caso, su totalidad, con el robo y expolio tantas veces en esta información. Está muy claro, que cuando se habla de perdidas, tiene que sumarse a estas, el no haber podido en una buena parte de una vida, trabajar en la profesión farmacéutica, teniendo para hacerlo todos los derechos. La suma de cuarenta años de la falta de explotación de esta farmacia-laboratorio y, el derecho perfectamente conocido de continuidad, alcanzará ciertamente una cifra, que puede quedar su informe del importe, para el estudio de expertos en Ciencias Económicas.


Nota importante : Recomiendo, visionar la primera parte de esta infomación histórica, en : La Guerra Civil en Tuy: Breve historia de la Guerra Civil en Tuy.



Compendio de recuerdos

Añoro Cuba, la Patria de mis entrañas.
La primera leche que mamé de mi madre
iba acariciada con sus dulces "nanas"
con recuerdos y sueños cubanos...con sus nostalgías.
Ella me hizo escuchar el rompeolas del Malecón.
Sus vivencias del Vedado, profundas como algo tan suyo,
que lo hacía mio, como lo primero que mis ojos miraban...
= La amaba=
la llevaba tan dentro...que la transpiraba
y, yo, como por omnisis, con su leche, me alimentaba.
"mi negra"... "mi niña" la piña, el mamey... la guayaba
el mango y la papaya
"dejes" de los negros que me acariciaban
Frutas de la tierra que saboreba.
Susurros de cantos, recuerdos de colegiala del Colegio de Belén
... casita de madera... Oriente... Baracoa
sus sueños eran mi amanecer en la "primera infancia"
! la llevaba tan dentro, que la plantó en mi alma!
Por eso la quiero y no dejo de amarla.
Por eso, hoy, cuando leí
"LAS AÑORANZAS DE MI HERMANO EN CUBA"
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Yo solo puedo soñar, el vive y contempla nuestra historia
"pisándola... palpándola.. tocándola"
Sus recuerdos son los míos.
Sus ternuras las flores enterradas en mi corazón.
No besar nunca a mi abuelo.
No poder abrazarlo con la fuerza de mis brazos alejados de él.
Leer en voz alegre y la cara siempre feliz de mi madre
la amargura que guardaba sólo para ella
y sin sonreir en la felicidad de mi familia-
Yo sabía entreveer el fuerte sentimiento en la canción feliz de NAVIDAD:
" LA NOCHE BUENA SE VIENE, LA NOCHE BUENA SE VA..."
Sólo a ella le correspondía la nostalgia de esa canción con su melodiosa voz,
para los demás sonaba llena de felicidad.
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La vida, según palabras constantes de mi abuelo en sus cartas
Era que "EL TODOPODEROSO O EL CRISTO DE LA MIRANDA permite que estas y otras cosas sucedan en la vida
"NUNCA LO DIJO CON RENCOR, eso nos enseñó a perdonar siempre
y en todas las circunstancias.
Hermosa lección para la vida.
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Hoy, puedo gozar como los hijos de mi hermano. Dignos nietos de mi abuelo e hijos de sus padres llevan esta constante en su buen hacer de cada día. Y, sobretodo guardan un profundo cariño en esta difícil historia familiar de su abuelo el Dr. ULPIANO B. PIÑA. Basta recordar como a su pequeña TAPERÍA le han puesto en su memoria:
"LA FARMACIA DE MI ABUELO"
MILA de TUY
Cistierna, 7 de Noviembre (aniversario de la muerte de mi madre).

















































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La Guerra Cicil en Tuy ( I I parte )



REHABILITACION DE LAS VICTIMAS Y REPRESARIADOS


A mi abuelo, el Dr. Ulpiano B. Piña


que se vio obligado a morir en el destierro



Un recuerdo ... en La Habana


Por alberto estévez piña